El andar presuroso cotidiano hace que muchas veces nuestra atención esté abocada a la lucha cotidiana y perdamos de vista detalles que nos regala el entorno donde vivimos.
Observando la ciudad, en una tarde de domingo, quise que mi cámara reflejara el cambio de las formas y los colores de nuestra geografía urbana con la simple llegado de una estación maravillosa....EL OTOÑO.
Pareciera que la paleta de un eximio pintor matiza con cada pincelada, a las plazas, calles y edificios...
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