POEMA 16
No hay lluvia
que colme el hueco de tu mano.
Nada
que se levante del polvo
llena el corazón.
En la tierra,
los sueños
no saben regresar de su ceniza.
Mas, en la noche enorme
una mano
es el fuego que nos basta.
POEMA 17
Y cuando
nos sentimos
con la dicha
en los puños.
Adolescente el deseo.
Abastecido el silo.
Alza la muerte
su cabeza de cobra.
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