ENSEÑÁNDOLES A SER ESCLAVAS (En los 50)
Gracias a las tantas (muchas veces llamadas feministas, para mi son sólo mujeres coherentes y defensoras de sus derechos), que dieron el primer paso para terminar con ésta subordinación al macho supremo.
Las que siguieron éstas reglas, desviviéndose para intentar y ser la mujer perfecta, recibían como reconocimiento, que sus buenos esposos, al salir a la calle, cayeran rendidos en los brazos de aquellas que eran totalmente diferentes a sus abnegadas esposas.
Que suerte haber hecho oídos sordos a todas éstas enseñanzas machistas y retrógradas.
Leti dejó un comentario:
ResponderEliminarQué manera de menospreciar al sexo femenino, aberrante.
Méndigo cocowash que hacían!!!!
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