No marchites mi ilusión,
vengo llegando a tu sol, dede muy lejos.
Toma mi mano sin dudar,
cabalgando está tu amor, en mi pecho.
A su paso el tiempo envejece y el ayer,
hostiga con recuerdos,
felicidad fingida
que en el alma talla heridas,
mientras deslucimos de un modo cruel,
esta sublime chance de querernos.
Fabián Pupili
Me gustan mucho los poemas sencillos, frescos, con grandes verdades dichas al viento para que el que se detenga a leerlos, pueda descubrir la belleza de la verdad.
ResponderEliminarUn voto a Fabián, porque su poema me encantó.
Feliz mañana de martes.
Pienso igual, feliz semana. Cariños.
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