domingo, 10 de marzo de 2013
Dos chicos aborígenes publicaron su primer libro
Uno de ellos comenzará a cursar la carrera de letras en la UNSa y su hermano se dedicará a escribir obras relacionadas con su pueblo.
Enrique y Cebino Simplicio son hermanos y los primeros aborígenes wichis de Salta que cumplen el sueño de escribir un libro. Para concretar este gran anhelo bregaron durante varios años, porque si para un criollo un proyecto cultural representa un sinnúmero de dificultades, es de imaginar lo que implica para dos chicos aborígenes que viven en una
extrema situación de pobreza.
Esa condición a la que los wichis están sometidos desde años no ha sido impedimento para que Enrique y Sebino se atrevan a soñar, a concretar y actualmente a seguir proyectando la edición de un segundo libro a la vez de estudiar una carrera universitaria en el área de las letras, objetivos que más motiva a estos hermanos residentes en la comunidad Kilómetro 4 al este de Tartagal.
Enrique y Cebino comenzaron a proyectar la impresión de su primer libro hace más de 3 años; con esa humildad que caracteriza a los aborígenes seguramente esperaron pacientes durante horas ser atendidos por funcionarios, periodistas, directivos de empresas y todo aquel que pudiera acercarlos a pasos lentos a la concreción de su sueño.
Peripecias
Parece misteriosas las metas que se fijaron estos dos jóvenes wichis, que nacieron excluidos de muchas posibilidades, pero que no les impide mirar optimistas el futuro. Al recordar los días que debieron peregrinar para ser escuchados ambos reflejan en sus palabras lo que para ellos significó la concreción del libro, que para muchos será uno más, pero que para ellos y sus familias es casi un tesoro. “A veces íbamos a ver a alguien y nos decían: vengan más tarde. Pero no teníamos medios para volvernos a nuestra comunidad, así que nos quedábamos sentados en la plaza por muchas horas”, recuerda Cebino quien a sus 18 años ha sufrido todo tipo de privaciones, mucho más que muchos chicos de su edad. Hablan pausado, despacito, un poco porque el idioma materno se impone por encima del español y un poco porque así es como se relacionan los wichis con quienes no son de su raza; en ellos más que las palabras predominan las miradas, las expresiones y con eso lo dicen todo.
Así, los chicos vieron transcurrir varios años y después de una larga espera que a cualquier criollo sumiría en la desesperación al punto de tirar todo por la borda, los hermanos lograron cumplir todos los pasos hasta la impresión de su libro al que titularon “El principal cómplice es el silencio”. Esta pequeña gran obra contiene fragmentos de textos constitucionales donde se reconoce la preexistencia de los pueblos ancestrales, otros referidos a la conquista del desierto, ilustraciones con motivos aborígenes hechas por ellos mismos como la tapa del libro: una manta tejida con hilo de chaguar.
Un proyecto ambicioso
Enrique tiene 25 años, es el mayor de los hermanos Simplicio y su proyecto es tan ambicioso como el de su hermano Cebino. “Ya me anoté en la UNSa porque quiero ser profesor, luego licenciado y si se puedo, doctor en Letras”, dice Enrique con un sonrisa amplia. Su hermano, por su parte, quiere terminar este año el colegio secundario que cursa en la Escuela Pretty, “y después quiero escribir canciones, poemas, todo lo que represente a mi pueblo y por supuesto otros libros. Yo sé que el trabajo que hagamos será beneficioso no solo para nosotros sino para todos los aborígenes wichi porque creemos que, como dice el título de nuestro primer libro, no tenemos que estar más en silencio si es que queremos mejorar la vida de los hermanos”.
Si hay algo que los jóvenes Simplicio conocen porque la han padecido en carne propia es la discriminación por ser aborígenes y por ser pobres. Cebino está convencido que el peor mal que ahora aqueja a los chicos aborígenes de su edad es la droga, y todo tiene mucho que ver con la discriminación. “Nosotros somos muy pobres, pero nuestros padres siempre estuvieron presentes; nos exigían que vayamos a la escuela y están siempre cerca de nosotros y de mis hermanos”, expresó.
http://www.eltribuno.info/salta/257037-Dos-chicos-aborigenes-publicaron-su-primer-libro.note.aspx#
Enrique y Cebino Simplicio son hermanos y los primeros aborígenes wichis de Salta que cumplen el sueño de escribir un libro. Para concretar este gran anhelo bregaron durante varios años, porque si para un criollo un proyecto cultural representa un sinnúmero de dificultades, es de imaginar lo que implica para dos chicos aborígenes que viven en una
extrema situación de pobreza.
Esa condición a la que los wichis están sometidos desde años no ha sido impedimento para que Enrique y Sebino se atrevan a soñar, a concretar y actualmente a seguir proyectando la edición de un segundo libro a la vez de estudiar una carrera universitaria en el área de las letras, objetivos que más motiva a estos hermanos residentes en la comunidad Kilómetro 4 al este de Tartagal.
Enrique y Cebino comenzaron a proyectar la impresión de su primer libro hace más de 3 años; con esa humildad que caracteriza a los aborígenes seguramente esperaron pacientes durante horas ser atendidos por funcionarios, periodistas, directivos de empresas y todo aquel que pudiera acercarlos a pasos lentos a la concreción de su sueño.
Peripecias
Parece misteriosas las metas que se fijaron estos dos jóvenes wichis, que nacieron excluidos de muchas posibilidades, pero que no les impide mirar optimistas el futuro. Al recordar los días que debieron peregrinar para ser escuchados ambos reflejan en sus palabras lo que para ellos significó la concreción del libro, que para muchos será uno más, pero que para ellos y sus familias es casi un tesoro. “A veces íbamos a ver a alguien y nos decían: vengan más tarde. Pero no teníamos medios para volvernos a nuestra comunidad, así que nos quedábamos sentados en la plaza por muchas horas”, recuerda Cebino quien a sus 18 años ha sufrido todo tipo de privaciones, mucho más que muchos chicos de su edad. Hablan pausado, despacito, un poco porque el idioma materno se impone por encima del español y un poco porque así es como se relacionan los wichis con quienes no son de su raza; en ellos más que las palabras predominan las miradas, las expresiones y con eso lo dicen todo.
Así, los chicos vieron transcurrir varios años y después de una larga espera que a cualquier criollo sumiría en la desesperación al punto de tirar todo por la borda, los hermanos lograron cumplir todos los pasos hasta la impresión de su libro al que titularon “El principal cómplice es el silencio”. Esta pequeña gran obra contiene fragmentos de textos constitucionales donde se reconoce la preexistencia de los pueblos ancestrales, otros referidos a la conquista del desierto, ilustraciones con motivos aborígenes hechas por ellos mismos como la tapa del libro: una manta tejida con hilo de chaguar.
Un proyecto ambicioso
Enrique tiene 25 años, es el mayor de los hermanos Simplicio y su proyecto es tan ambicioso como el de su hermano Cebino. “Ya me anoté en la UNSa porque quiero ser profesor, luego licenciado y si se puedo, doctor en Letras”, dice Enrique con un sonrisa amplia. Su hermano, por su parte, quiere terminar este año el colegio secundario que cursa en la Escuela Pretty, “y después quiero escribir canciones, poemas, todo lo que represente a mi pueblo y por supuesto otros libros. Yo sé que el trabajo que hagamos será beneficioso no solo para nosotros sino para todos los aborígenes wichi porque creemos que, como dice el título de nuestro primer libro, no tenemos que estar más en silencio si es que queremos mejorar la vida de los hermanos”.
Si hay algo que los jóvenes Simplicio conocen porque la han padecido en carne propia es la discriminación por ser aborígenes y por ser pobres. Cebino está convencido que el peor mal que ahora aqueja a los chicos aborígenes de su edad es la droga, y todo tiene mucho que ver con la discriminación. “Nosotros somos muy pobres, pero nuestros padres siempre estuvieron presentes; nos exigían que vayamos a la escuela y están siempre cerca de nosotros y de mis hermanos”, expresó.
http://www.eltribuno.info/salta/257037-Dos-chicos-aborigenes-publicaron-su-primer-libro.note.aspx#
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1 comentario:
¡Bien por ellos! Espero que tengan mucha suerte.
Un abrazo
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