a la joven ve pasar.
Inmersa en su interior
la vista escrutando el suelo.
Su castaña cabellera
sobre el rostro blanco y alargado
asemeja una cascada ondulante.
Cierto dejo melancólico
vela el azul profundo de su mirada.
El paso ligeramente cansino, apura
dejando una estela fragante de jazmín.
Apretado en las manos, como protegido
un ramos de flores blancas.
Solamente algún sobresalto
cuando el aleteo urgente de un pájaro
o el tropiezo con cierto animalito silvestre.
A modo de ritual, cada día
delante del mismo árbol añoso
pausa la marcha, inspira
como haciéndose de fuerzas,
la cabeza yergue fijabando la vista en el punto exacto
y vuelve a avanzar.
A pocos metros, para recibirla en sus brazos
una cruz la espera.
Enfrentándose a ella,
suavemente se inclina,
y deposita temblorosa el ramo.
En lo profundo, debajo de la lápida,
el amor, su amor jamás olvidado,
recibe la ofrenda
como cada mañana.
Myrian
3 comentarios:
Al leerlo tuve la sensación de caminar con ella y al llegar unas lágrimas se deslizaron por mis mejillas.
Sencillo, sereno y expléndido . Un abrazo
Gracias Chelo, no es de lo más optimista el poema, pero era lo que la inspiración quiso dejar.
Un gran abrazo
Holis!!!!!!!Myrian!
EN CUANTO AL POEMA ES TUYO????...y vos decís que algún talento debes tener...y podría ser buscar ilustraciones,POR FAVOR!!!!!!!!!!!!!...LA OBRA ES EXCELENTE!!!TE FELICITO y como el tiempo es oro pués seguí escribiendo, no dejes de hacerlo, TAL COMO LE SUGERISTE EN UN MOMENTO A NUESTRA QUERIDA SUSANA!!!!
sobre mi ausencia por los blogs, no pienses que son vacaciones sino una operación programada que es de largo poso y mucha energía para ponerle, me tiene ausente...mas luego te haré saber por correo el caso
BESOS AL ALMA!!!!!!!!!!!!!
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