sábado, 14 de abril de 2012
FELIZ DÍA DEL PATINADOR!!!
Un poco de historia...
En el año 1380, una niña nació en una familia pobre en Scheidam (Holanda). Eran nueve hermanos. Su padre venía de una familia noble y su madre era una pobre chica campesina. A una de sus hijas la llamaron Lidwina, que irónicamente significa sufrimiento.
Desde muy chica, Lidwina se vió atraída por la religión y rezaba mucho ante la imagen de Nuestra Señora de Scheidam, la patrona local de la cual era muy devota.
Durante el invierno del año 1395, algunas amigas invitaron a Lidwina a ir a patinar por los canales congelados del pueblo. Sus amigas tuvieron que insistirla para que fuera dado que Lidwina no se encontraba demasiado bien aquél día. Tras un poco de insistencia, Lidwina accedió. Lo que ocurrió aquel día en el canal no está nada claro. Algunos dicen que Lidwina fue empujada, otros que resbaló y cayó, otros dicen que el hielo era demasiado delgado y se quebró. Lo que sí sabemos es que hubo un accidente que hizo que Lidwina cayera sobre el hielo con tal violencia que se rompió una costilla derecha y este sería el principio de un martirio que duraría 38 años.
No había nadie en la Ciudad que supiera cómo curar sus heridas y en los días siguientes comenzó a sufrir dolores cada vez más intensos. Sus padres se veían impotentes cómo las infecciones se esparcían por todo su cuerpo y finalmente terminó postrada en una cama. Así vivió Lidwina durante muchos años.
A medida que pasó el tiempo los habitantes de Scheidam creían que Lidwina estaba bajo la influencia del diablo.
El cura de la parroquia local, el Padre John iba regularmente a visitarla y rezaba junto a ella y fue él quien ayudo a Lidwina a darse cuenta que su enfermedad era un regalo que podía dar a Jesú y así comenzó a desarrollar su devoción por la Eucaristía
Hubo varios milagros registrados por lo que la visitaron en su lecho durante su sufrimiento y comenzó a recibir numerosas visitas donde Lidwina era amable y bondadosa en su pobre y pequeña habitación.
El 14 de Abril de 1433, Lidwina falleció luego de 38 años de sufrimiento donde parecía imposible que pudiera seguir viva en condiciones tan graves. En 1434 se construyó una capilla sobre su tumba, la cual se había convertido en un lugar de peregrinaje. En 1615 sus reliquias fueron trasladas a Bruselas (Bélgica) pero en 1871 fueron devueltas a su pueblo natal, Scheidam. Finalmente, el 14 de Marzo de 1890, el Papa León XIII puso sanción oficial de la Iglesia para declarar a Lidwina como la Santa Patrona de los patinadores de ruedas y hielo, enfermedades y sufrimiento.
Es por ello, que en honor a Lidwina, cada 14 de Abril se celebra en el Mundo el Día del Patinador.
http://en.wikipedia.org/wiki/Lidwina
En el año 1380, una niña nació en una familia pobre en Scheidam (Holanda). Eran nueve hermanos. Su padre venía de una familia noble y su madre era una pobre chica campesina. A una de sus hijas la llamaron Lidwina, que irónicamente significa sufrimiento.
Desde muy chica, Lidwina se vió atraída por la religión y rezaba mucho ante la imagen de Nuestra Señora de Scheidam, la patrona local de la cual era muy devota.
Durante el invierno del año 1395, algunas amigas invitaron a Lidwina a ir a patinar por los canales congelados del pueblo. Sus amigas tuvieron que insistirla para que fuera dado que Lidwina no se encontraba demasiado bien aquél día. Tras un poco de insistencia, Lidwina accedió. Lo que ocurrió aquel día en el canal no está nada claro. Algunos dicen que Lidwina fue empujada, otros que resbaló y cayó, otros dicen que el hielo era demasiado delgado y se quebró. Lo que sí sabemos es que hubo un accidente que hizo que Lidwina cayera sobre el hielo con tal violencia que se rompió una costilla derecha y este sería el principio de un martirio que duraría 38 años.
No había nadie en la Ciudad que supiera cómo curar sus heridas y en los días siguientes comenzó a sufrir dolores cada vez más intensos. Sus padres se veían impotentes cómo las infecciones se esparcían por todo su cuerpo y finalmente terminó postrada en una cama. Así vivió Lidwina durante muchos años.
A medida que pasó el tiempo los habitantes de Scheidam creían que Lidwina estaba bajo la influencia del diablo.
El cura de la parroquia local, el Padre John iba regularmente a visitarla y rezaba junto a ella y fue él quien ayudo a Lidwina a darse cuenta que su enfermedad era un regalo que podía dar a Jesú y así comenzó a desarrollar su devoción por la Eucaristía
Hubo varios milagros registrados por lo que la visitaron en su lecho durante su sufrimiento y comenzó a recibir numerosas visitas donde Lidwina era amable y bondadosa en su pobre y pequeña habitación.
El 14 de Abril de 1433, Lidwina falleció luego de 38 años de sufrimiento donde parecía imposible que pudiera seguir viva en condiciones tan graves. En 1434 se construyó una capilla sobre su tumba, la cual se había convertido en un lugar de peregrinaje. En 1615 sus reliquias fueron trasladas a Bruselas (Bélgica) pero en 1871 fueron devueltas a su pueblo natal, Scheidam. Finalmente, el 14 de Marzo de 1890, el Papa León XIII puso sanción oficial de la Iglesia para declarar a Lidwina como la Santa Patrona de los patinadores de ruedas y hielo, enfermedades y sufrimiento.
Es por ello, que en honor a Lidwina, cada 14 de Abril se celebra en el Mundo el Día del Patinador.
http://en.wikipedia.org/wiki/Lidwina
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