jueves, 9 de junio de 2011
DOLOR
¿Cómo puede la vida
mezclar en un segundo
alegría arracimada,
con dolor tan escindido?
En un instante, de golpe,
esa espada de Damocles
ha dejado sabor acre
y la zozobra en un puño.
Me anticipo a tu designio
presentándote batalla:
voy a pelearte el lugar
al costado de mi cama,
un cubierto a la derecha
y ese fresco vaso de agua.
Revestiré las murallas
de acero, piel y puñales
impidiéndole el paso
a tu negro halo helado.
Tengo a Dios como coraza
siendo mi voluntad yelmo;
en la mano esgrimo lanzas
para impedir tus intentos…
porque no permitiré
que me trunques este sueño.
Chochy Moroni
mezclar en un segundo
alegría arracimada,
con dolor tan escindido?
En un instante, de golpe,
esa espada de Damocles
ha dejado sabor acre
y la zozobra en un puño.
Me anticipo a tu designio
presentándote batalla:
voy a pelearte el lugar
al costado de mi cama,
un cubierto a la derecha
y ese fresco vaso de agua.
Revestiré las murallas
de acero, piel y puñales
impidiéndole el paso
a tu negro halo helado.
Tengo a Dios como coraza
siendo mi voluntad yelmo;
en la mano esgrimo lanzas
para impedir tus intentos…
porque no permitiré
que me trunques este sueño.
Chochy Moroni
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