Mi madre y yo lo plantamos
en el limite del patio,
donde termina la casa.
Fue mi padre quien lo trajo
yo tenia cinco años
y el apenas una rama.
Al llegar la primavera
cultivamos bien la tierra
y lo cubrimos de agua
con trocitos de madera,
hicimos una barrera
para que no se dañara.
Mi arbol broto, mi infancia paso,
hoy bajo su sombra que tanto crecio,
tenemos recuerdos mi arbol y yo.
Con el correr de los años
y mis pantalones largos
me llego la adolescencia,
fue a la sombra de mi arbol
una siesta en el verano
donde perdi la inocencia.
Luego fue tiempo de estudios
con regresos a menudo
pero con plena conciencia
se acercaba un largo viaje
solo de ida el pasaje
y asi me llego la ausencia.
Mi arbol broto, mi infancia paso,
hoy bajo su sombra que tanto creció,
tenemos recuerdos mi árbol y yo.
Muchos años han pasado
y por fin he regresado
a mi terruño querido
y en el limite del patio
ahi me estaba esperando
como se espera a un amigo...
Parecia sonreirme
como queriendo decirme
"mira... estoy lleno de nidos",
ese arbol que plantamos
hacen como unos veinte años
cuando yo solo era un niño.
Aquel que broto y el tiempo paso...
mitad de mi vida con el se quedo...
hoy bajo su sombra, que tanto crecio
tenemos recuerdos... mi arbol y yo.
Alberto Cortez
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