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martes, 5 de julio de 2011

MIELITIS TRANSVERSA

La mielitis transversa es un trastorno neurológico causado por la inflamación en ambos lados de un nivel, o segmento, de la médula espinal. El término mielitis se refiere a la inflamación de la médula espinal; transversa describe simplemente la posición de la inflamación, es decir, que abarca el ancho de la médula espinal. Los ataques de inflamación pueden dañar o destruir la mielina, la sustancia grasa aisladora que recubre las fibras de las células nerviosas. Estos daños causan cicatrices en el sistema nervioso que interrumpen la comunicación entre los nervios de la médula espinal y el resto del cuerpo.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la mielitis transversa incluyen la pérdida de función de la médula espinal durante varias horas o varias semanas. Lo que comienza generalmente por un dolor repentino en la espalda, debilidad muscular o sensaciones anormales en los pies y los dedos de los pies, puede progresar rápidamente a síntomas más severos, incluyendo parálisis, retención urinaria y la pérdida de control del intestino. Aunque algunos pacientes se recuperan de la mielitis transversa con pocos o ningún problema residual, otros sufren daños permanentes que afectan su capacidad de realizar tareas normales de la vida diaria. La mayoría de los pacientes padecen solamente de un episodio de mielitis transversa; un porcentaje pequeño puede sufrir una recaída.
La mielitis transversa ocurre en adultos y niños de ambos sexos y en todas las razas. No existe evidencia de predisposición familiar.
CAUSAS
Los investigadores desconocen a ciencia cierta las causas exactas de la mielitis transversa. La inflamación que causa daños graves a las fibras nerviosas de la médula espinal puede resultar de infecciones virales, reacciones inmunes anormales, escasez de la sangre que atraviesa los vasos sanguíneos situados en la médula espinal. La mielitis transversa también puede ocurrir como complicación de la sífilis, el sarampión, la enfermedad de Lyme y de algunas vacunas, incluyendo las de la varicela y la rabia. Los casos en los cuales no se puede identificar la causa se denominan idiopáticos.
Una forma de la mielitis transversa, aguda y de rápida progresión, señala a veces el primer ataque de la esclerosis múltiple (multiple sclerosis o MS por su sigla en inglés), sin embargo, los estudios indican que la mayoría de las personas que padecen de mielitis transversa tienden a no desarrollar MS. Los pacientes con mielitis transversa deben, sin embargo, ser evaluados para descartar MS porque los pacientes con este diagnóstico requieren diversos tratamientos.
La mielitis transversa puede ser aguda (es decir, que se desarrolla en cuestión de horas o varios días) o sub-aguda (desarrollándose entre una y dos semanas). Los síntomas iniciales incluyen generalmente dolores en la parte inferior de la espalda, parestesias repentinas (sensaciones anormales tales como ardor, cosquilleo, pinchazos u hormigueo) en las piernas, pérdida sensorial y la paraparesis (parálisis parcial de las piernas). La paraparesis a menudo se convierte en paraplejía (parálisis completa de las piernas y de la parte inferior del tronco). Es común la disfunción de la vejiga urinaria y del intestino. Muchos pacientes también se quejan de espasmos musculares, una sensación general de malestar, dolores de cabeza, fiebre y pérdida del apetito. Dependiendo de qué segmento de la médula espinal esté involucrado, algunos pacientes también pueden padecer problemas respiratorios.
DIAGNÓSTICO
Los médicos diagnostican la mielitis transversa tomando un historial médico y realizando un examen neurológico completo. Para comprobar si hay inflamación de la médula espinal, los pacientes a menudo se someten a una resonancia magnética (MRI por su sigla en inglés), un procedimiento que proporciona una imagen del cerebro y de la médula espinal. Los médicos también pueden realizar la mielografía, que involucra inyectar un colorante en la envoltura que rodea la médula espinal. Se inclina al paciente hacia arriba y hacia abajo para permitir que la solución fluya alrededor de la médula espinal mientras se toman las radiografías.
Se pueden realizar análisis de sangre para descartar varios trastornos tales como el lupus eritematoso sistémico, la infección por VIH y una deficiencia en la vitamina B12. Se puede realizar una punción espinal para obtener el líquido y estudiar estos factores.
TRATAMIENTO
Como ocurre con muchos trastornos de la médula espinal, no existe actualmente ninguna cura eficaz para los pacientes con mielitis transversa. Los tratamientos se establecen para manejar y aliviar los síntomas y dependen en gran parte de la severidad de la situación neurológica. La terapia comienza generalmente cuando el paciente presenta los primeros síntomas. Los médicos a menudo prescriben terapia de córticoesteroides durante las primeras semanas de la enfermedad para disminuir la inflamación. Los analgésicos generales probablemente se prescribirán para cualquier dolor que el paciente pueda sufrir. A menudo se recomienda descanso total en los días y semanas iniciales del trastorno.
Después de terapia inicial, la parte más crítica del tratamiento de este trastorno consiste en mantener funcionando el organismo de los pacientes mientras se espera que ocurra una recuperación espontánea completa o parcial del sistema nervioso. Los pacientes con síntomas agudos, tales como la parálisis, son tratados a menudo en un hospital o en un instituto de rehabilitación donde un equipo médico especializado puede prevenir o tratar los problemas que afectan a los pacientes paralizados. Más adelante, si los pacientes comienzan a recuperar el control de sus miembros, se comienza la terapia física para ayudar a mejorar la fuerza muscular, la coordinación y la amplitud del movimiento.
TERAPIAS
La terapia rehabilitatoria proporciona a los pacientes las estrategias para realizar actividades en formas distintas a fin de superar, obviar o compensar las discapacidades permanentes. Hasta ahora la rehabilitación no puede revertir el daño físico producido por la mielitis transversa u otras lesiones de la médula espinal. Sin embargo, puede ayudar a los pacientes, incluso a aquellos con parálisis severa, a llegar a ser lo más funcionalmente independientes posible y así lograr la mejor calidad de vida posible.
Los pacientes que viven con discapacidades permanentes pueden sentir una gama de emociones incluyendo miedo, tristeza, frustración y rabia. Dichas sensaciones son respuestas naturales, pero pueden comprometer a veces la salud y el potencial de recuperación funcional. Los pacientes con discapacidades permanentes con frecuencia presentan casos de depresión clínica. Afortunadamente, la depresión es tratable gracias al desarrollo de una amplia gama de medicamentos que se pueden utilizar en los tratamientos psicoterapéuticos.
Hoy en día, la mayoría de los programas de rehabilitación procuran tratar las dimensiones emocionales y los problemas físicos causados por las discapacidades permanentes. Típicamente, los pacientes consultan con varios especialistas de rehabilitación, que pueden incluir fisiatras (médicos que se especializan en medicina y rehabilitación físicas), fisioterapistas, terapistas ocupacionales, terapistas vocacionales y profesionales del campo de la salud mental.

Fuente:http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/mielitis_transversa.htm
Imágenes ilustrativas extraída de la Web

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