martes, 12 de abril de 2011
ESA MUJER
Me duele esa mujer
que ahonda mis pupilas.
Esa,
de pezones calientes
y corazón ingenuo.
Que se viste liviano.
Que me ignora.
Y se asoma
a las puertas del sol,
elemental
y etérea.
Me duele esa mujer.
Me confunde.
Me molesta.
¡Yo soy ésta!
La que proclama
la ley de la conciencia
El desapego y la osadía
que da la independencia.
¡Yo soy esta!
Sobreviviente
de todas las batallas.
Único árbol de pie
después de la tormenta.
Por eso me duele
esa mujer que sueña,
que se tiende y sueña.
Que se rinde en el beso
y el sexo la disgrega.
Me duele esa mujer.
Me confunde.
Me molesta.
Porque al final no se
si soy esa
o soy ésta.
Mercedes Careggio
que ahonda mis pupilas.
Esa,
de pezones calientes
y corazón ingenuo.
Que se viste liviano.
Que me ignora.
Y se asoma
a las puertas del sol,
elemental
y etérea.
Me duele esa mujer.
Me confunde.
Me molesta.
¡Yo soy ésta!
La que proclama
la ley de la conciencia
El desapego y la osadía
que da la independencia.
¡Yo soy esta!
Sobreviviente
de todas las batallas.
Único árbol de pie
después de la tormenta.
Por eso me duele
esa mujer que sueña,
que se tiende y sueña.
Que se rinde en el beso
y el sexo la disgrega.
Me duele esa mujer.
Me confunde.
Me molesta.
Porque al final no se
si soy esa
o soy ésta.
Mercedes Careggio
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