martes, 5 de abril de 2011
UN DOMINGO CUALQUIERA...
Domingo de siesta otoñal, un tanto pesado, caluroso. Bajo dos grandes árboles, un eucaliptus y un olivo, estos simpáticos caballitos.
Les alteré su tranquilidad, pero no por ello dejaron de acercarse curiosos, hasta pareciera que posan, o no?
Les alteré su tranquilidad, pero no por ello dejaron de acercarse curiosos, hasta pareciera que posan, o no?
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