martes, 22 de junio de 2010
SÍNDROEME DE TOURETTE
El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico. El trastorno lleva el nombre del médico Georges Gilles de la Tourette, neurólogo pionero francés quien en 1885 publicó un resumen de nueve casos de personas con reflejos involuntarios. Por lo general, los síntomas de ST se manifiestan en el individuo antes de los 18 años de edad.
El ST puede afectar a personas de cualquier grupo étnico, aunque los varones lo sufren unas 3 o 4 veces más que las mujeres. A pesar de que los síntomas de ST oscilan entre leves hasta muy severos, en la mayoría de los casos son moderados.
Causas Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas.
Trastornos asociados No todas las personas con ST tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales como el trastorno obsesivo-compulsivo, en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención, en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente; trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética, y problemas perceptuales; o trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.
Diagnóstico Por lo general, el ST se diagnostica observando los síntomas y evaluando el historial familiar. En la diagnosis del ST, los tics motores y fónicos deben estar presentes por lo menos un año. Se pueden usar estudios de neuroimágenes, como imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC) y escáneres electroencefalográficos (EEG), o distintas pruebas de sangre para excluir otras condiciones que se puedan confundir con ST. Los padres de familia, los parientes y las amistades no familiarizados con la enfermedad pueden atribuir los tics u otros síntomas a un problema psicológico, aumentando así el aislamiento de quienes tienen el trastorno.
Tratamiento Por el hecho de que los síntomas no limitan a la mayoría de los pacientes y su desarrollo procede normalmente, la mayoría de las personas con ST no requieren medicamentos. No obstante, hay medicamentos disponibles para ayudar a los pacientes cuando los síntomas interfieren con las tareas cotidianas. Otros tipos de terapia pueden ser útiles. A pesar de que los problemas psicológicos no causan el ST, la psicoterapia puede ayudar a la persona a manejar no sólo el trastorno sino también los problemas sociales y emocionales que ocurren a veces. Factor hereditario La evidencia de investigaciones genéticas sugieren que el ST es hereditario de modo dominante y que el gen (o los genes) involucrado puede causar un rango variable de síntomas en los distintos miembros de la familia. Una persona con ST tiene una probabilidad del 50% de pasarle a uno de sus hijos el gen o los genes. Sin embargo, esta predisposición genética no resulta necesariamente en el síndrome en pleno.
Pronóstico No hay cura para el ST. Sin embargo, muchos pacientes mejoran a medida que maduran. A pesar de que el trastorno es crónico y perdura por toda la vida, no es una enfermedad degenerativa. El ST no menoscaba la inteligencia. Los tics tienden a disminuir según avanza la edad del paciente, permitiendo a algunos pacientes a abandonar el uso de medicamentos. En algunos casos, una remisión completa ocurre después de la adolescencia. Dificultades escolares vinculadas al Síndrome de Tourette Los estudiantes afectados con Síndrome de Tourette necesitan un apoyo escolar específico. Para ello tanto los padres como los profesionales de la educación (profesores, educadores, psicólogos, psicopedagogos…) tienen que estar debidamente informados sobre el modo en que los tics y otros síntomas del síndrome (ST) pueden afectar al rendimiento y comportamiento de un alumno.
El ST puede afectar de muchas maneras al aprendizaje escolar, tanto de manera positiva (mayor creatividad) como negativa, (gran falta de atención).
Si los problemas de aprendizaje son leves, estos pueden superarse mediante apoyos en clase o pequeñas adaptaciones, pero si estamos ante un caso grave de tics o de otros trastornos asociados a los tics, se pueden precisar programas e intervenciones curriculares especialmente adaptadas. A partir de la adolescencia (donde se alcanzan los niveles más críticos) suelen disminuir los problemas de aprendizaje gracias a las ayudas y a las adaptaciones.
El ST no afecta a la inteligencia, la mayoría poseen una inteligencia media o por encima de la media. Pero los estudiantes con ST pueden tener problemas de aprendizaje especialmente por los trastornos atencionales y conductuales. Tanto los profesores deben conocer y comprender bien el ST. Esto es necesario para que sepan restar importación y atención a los tics del alumno ya que esto contribuye a la disminución de estrés del mismo, con lo cual los tics se pueden manifestar con menos intensidad y en menos ocasiones. Además esta actitud servirá a los compañeros de los niños para que hagan lo mismo y aprendan a tolerar estos síntomas. Con esto se favorece la integración del niño. Se debe mantener las costumbres y la rutina escolar, esto ayuda al alumno con ST a tranquilizarse y desempeñar situaciones espacio-temporales estructuradas, ordenadas y previsibles. Sentarse en el mismo sitio, tareas en el mismo orden etc. Cualquier cambio como excursiones, nuevos profesores… puede afectar al estrés y nerviosismo por lo que incrementara la hiperactividad, los tics etc. Pero es conveniente que aparezcan nuevas experiencias en su vida que le permitan ampliar su interés y aprendizaje. Esto se hará con los apoyos que sean necesarios. Se deben seguir pautas y hábitos para prevenir o mejorar las dificultades atencionales y los despistes. Para ello: cuadernos distintos para cada asignatura, archivadores, hacer una lista de las tareas a realizar etc. La utilización de ordenadores conlleva a mejorar su capacidad de atención y a mantener una caligrafía mejor. Necesitan ser elogiados y que se reconozcan sus esfuerzos, creatividad, espontaneidad, controlar sus impulsos etc. En el caso en que se imponga algún castigo habrá que explicarle al niño el motivo que lo originó y la conducta que tendría que haber tenido.
Integrar a los alumnos con ST, les ayuda con su autoestima y con las habilidades sociales. Evitar el etiquetado como por ejemplo “vago” “caprichoso” “despistado” etc.
Es importante la realización de ejercicio físico para eliminar el estrés y desarrollar habilidades psicomotrices. En esta área hay que tener cuidado con integrar bien al alumno en los juegos en equipo ya que de no ser así aumentaría el nerviosismo, tics etc.
Enlace: http://esbuenocomunicarnos.blogspot.com/2010/06/frente-la-clase.html#links
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Tourette
El ST puede afectar a personas de cualquier grupo étnico, aunque los varones lo sufren unas 3 o 4 veces más que las mujeres. A pesar de que los síntomas de ST oscilan entre leves hasta muy severos, en la mayoría de los casos son moderados.
Causas Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas.
Trastornos asociados No todas las personas con ST tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales como el trastorno obsesivo-compulsivo, en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención, en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente; trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética, y problemas perceptuales; o trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.
Diagnóstico Por lo general, el ST se diagnostica observando los síntomas y evaluando el historial familiar. En la diagnosis del ST, los tics motores y fónicos deben estar presentes por lo menos un año. Se pueden usar estudios de neuroimágenes, como imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC) y escáneres electroencefalográficos (EEG), o distintas pruebas de sangre para excluir otras condiciones que se puedan confundir con ST. Los padres de familia, los parientes y las amistades no familiarizados con la enfermedad pueden atribuir los tics u otros síntomas a un problema psicológico, aumentando así el aislamiento de quienes tienen el trastorno.
Tratamiento Por el hecho de que los síntomas no limitan a la mayoría de los pacientes y su desarrollo procede normalmente, la mayoría de las personas con ST no requieren medicamentos. No obstante, hay medicamentos disponibles para ayudar a los pacientes cuando los síntomas interfieren con las tareas cotidianas. Otros tipos de terapia pueden ser útiles. A pesar de que los problemas psicológicos no causan el ST, la psicoterapia puede ayudar a la persona a manejar no sólo el trastorno sino también los problemas sociales y emocionales que ocurren a veces. Factor hereditario La evidencia de investigaciones genéticas sugieren que el ST es hereditario de modo dominante y que el gen (o los genes) involucrado puede causar un rango variable de síntomas en los distintos miembros de la familia. Una persona con ST tiene una probabilidad del 50% de pasarle a uno de sus hijos el gen o los genes. Sin embargo, esta predisposición genética no resulta necesariamente en el síndrome en pleno.
Pronóstico No hay cura para el ST. Sin embargo, muchos pacientes mejoran a medida que maduran. A pesar de que el trastorno es crónico y perdura por toda la vida, no es una enfermedad degenerativa. El ST no menoscaba la inteligencia. Los tics tienden a disminuir según avanza la edad del paciente, permitiendo a algunos pacientes a abandonar el uso de medicamentos. En algunos casos, una remisión completa ocurre después de la adolescencia. Dificultades escolares vinculadas al Síndrome de Tourette Los estudiantes afectados con Síndrome de Tourette necesitan un apoyo escolar específico. Para ello tanto los padres como los profesionales de la educación (profesores, educadores, psicólogos, psicopedagogos…) tienen que estar debidamente informados sobre el modo en que los tics y otros síntomas del síndrome (ST) pueden afectar al rendimiento y comportamiento de un alumno.
El ST puede afectar de muchas maneras al aprendizaje escolar, tanto de manera positiva (mayor creatividad) como negativa, (gran falta de atención).
Si los problemas de aprendizaje son leves, estos pueden superarse mediante apoyos en clase o pequeñas adaptaciones, pero si estamos ante un caso grave de tics o de otros trastornos asociados a los tics, se pueden precisar programas e intervenciones curriculares especialmente adaptadas. A partir de la adolescencia (donde se alcanzan los niveles más críticos) suelen disminuir los problemas de aprendizaje gracias a las ayudas y a las adaptaciones.
El ST no afecta a la inteligencia, la mayoría poseen una inteligencia media o por encima de la media. Pero los estudiantes con ST pueden tener problemas de aprendizaje especialmente por los trastornos atencionales y conductuales. Tanto los profesores deben conocer y comprender bien el ST. Esto es necesario para que sepan restar importación y atención a los tics del alumno ya que esto contribuye a la disminución de estrés del mismo, con lo cual los tics se pueden manifestar con menos intensidad y en menos ocasiones. Además esta actitud servirá a los compañeros de los niños para que hagan lo mismo y aprendan a tolerar estos síntomas. Con esto se favorece la integración del niño. Se debe mantener las costumbres y la rutina escolar, esto ayuda al alumno con ST a tranquilizarse y desempeñar situaciones espacio-temporales estructuradas, ordenadas y previsibles. Sentarse en el mismo sitio, tareas en el mismo orden etc. Cualquier cambio como excursiones, nuevos profesores… puede afectar al estrés y nerviosismo por lo que incrementara la hiperactividad, los tics etc. Pero es conveniente que aparezcan nuevas experiencias en su vida que le permitan ampliar su interés y aprendizaje. Esto se hará con los apoyos que sean necesarios. Se deben seguir pautas y hábitos para prevenir o mejorar las dificultades atencionales y los despistes. Para ello: cuadernos distintos para cada asignatura, archivadores, hacer una lista de las tareas a realizar etc. La utilización de ordenadores conlleva a mejorar su capacidad de atención y a mantener una caligrafía mejor. Necesitan ser elogiados y que se reconozcan sus esfuerzos, creatividad, espontaneidad, controlar sus impulsos etc. En el caso en que se imponga algún castigo habrá que explicarle al niño el motivo que lo originó y la conducta que tendría que haber tenido.
Integrar a los alumnos con ST, les ayuda con su autoestima y con las habilidades sociales. Evitar el etiquetado como por ejemplo “vago” “caprichoso” “despistado” etc.
Es importante la realización de ejercicio físico para eliminar el estrés y desarrollar habilidades psicomotrices. En esta área hay que tener cuidado con integrar bien al alumno en los juegos en equipo ya que de no ser así aumentaría el nerviosismo, tics etc.
Enlace: http://esbuenocomunicarnos.blogspot.com/2010/06/frente-la-clase.html#links
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Tourette
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