jueves, 2 de septiembre de 2010
CUIDADO DEL PLANETA
La dignidad del trabajo. No al irrespeto.
Ayude a mantener lo hecho con calidad y dignidad. Evite comprar artículos cuyo origen son producciones industriales masivas, en fábricas de países donde no tenga claro que respetan a los trabajadores.
Juguetes y tiempo. Use la imaginación.
No sature a los niños regalándoles juguetes que no van a apreciar. Valoran más otras cosas: que los mayores les dediquen más tiempo o les enseñen a fabricarse sus propios entretenimientos usando la imaginación.
Un habitante, una semilla, un árbol.
En el siglo XX, los 5.000 millones de hectáreas cubiertas de bosques se redujeron a menos de 4.000 millones, según el Banco Mundial. Plante un árbol. Y mejor de una especie autóctona. Aparte de la satisfacción de ayudar a su crecimiento y mejorar el paisaje del país, hay un dato fundamental para frenar el cambio climático: por término medio, un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.
Cuidado con el fuego. No provoque un incendio forestal.
Muy importante: evitar los incendios forestales. En la mayoría de los fuegos influye –por intención o negligencia– la mano humana. No encienda fuego en el campo, ni para quemar rastrojos ni pastos, ni para asados o fogatas. En la época de alto riesgo, meses de verano, mejor no hacerlo –incluso en los sitios habilitados para ello–. No arroje al suelo fósforos ni colillas, ni ningún objeto encendido, tampoco papeles, plásticos, vidrios o cualquier otro residuo susceptible de entrar en combustión y originar un fuego.
Ayude a mantener lo hecho con calidad y dignidad. Evite comprar artículos cuyo origen son producciones industriales masivas, en fábricas de países donde no tenga claro que respetan a los trabajadores.
Juguetes y tiempo. Use la imaginación.
No sature a los niños regalándoles juguetes que no van a apreciar. Valoran más otras cosas: que los mayores les dediquen más tiempo o les enseñen a fabricarse sus propios entretenimientos usando la imaginación.
Un habitante, una semilla, un árbol.
En el siglo XX, los 5.000 millones de hectáreas cubiertas de bosques se redujeron a menos de 4.000 millones, según el Banco Mundial. Plante un árbol. Y mejor de una especie autóctona. Aparte de la satisfacción de ayudar a su crecimiento y mejorar el paisaje del país, hay un dato fundamental para frenar el cambio climático: por término medio, un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.
Cuidado con el fuego. No provoque un incendio forestal.
Muy importante: evitar los incendios forestales. En la mayoría de los fuegos influye –por intención o negligencia– la mano humana. No encienda fuego en el campo, ni para quemar rastrojos ni pastos, ni para asados o fogatas. En la época de alto riesgo, meses de verano, mejor no hacerlo –incluso en los sitios habilitados para ello–. No arroje al suelo fósforos ni colillas, ni ningún objeto encendido, tampoco papeles, plásticos, vidrios o cualquier otro residuo susceptible de entrar en combustión y originar un fuego.
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