No puedo imaginar
la profundidad de una 
rótula,
sin apartar su imagen
de un zapato tatuado
en las ancas
de un adolescente
que viaja sin casco.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
"MOTOCRUZ"
Publicado por
Es bueno comunicarnos
en
1:49
Etiquetas:
LAURA ORORBIA (Escritora),
POETAS DE MI CIUDAD
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3 comentarios:
ja, ja, ja.. yo me pondría en la larga fila de los que sentimos lo mismo que vos.
Un patadón chanfleado en el traste, bien dado, seria una sanción acorde a tamaña estupidez.
Pero a estas fechas, seríamos tildados de trogloditas, por los psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos, seudo defensores de los derechos humanos, etc...
Edit, no se si te pasa lo mismo,éstos profesionales son necesarios, pero en otras cuestiones no transo, ciertas reprimendas y puestas en su lugar a los niños y jóvenes son totalmente necesarias. Muchas veces el accionar de los padres a tiempo da buenos resultados, aunque no hay una fórmula segura.
Edit, muchas gracias por el comentario. Las profesiones que mencionas necesitan que el sujeto de aplicación permanezca vivo; por lo tanto, haremos pesar el derecho natural, aunque nos rotulen como "bárbaros". De lo contrario, parecería que el bien común interesa sólo cuando se pueda lucrar con él. Pensemos que el sujeto es "mi hijo", el hijo de cada uno.
Saludos.
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