El proyecto se lleva a cabo en escuelas primarias de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Se realiza con alumnos de 5to. grado, ya que el período entre los 9 y los 10 años es ideal para corregir malos hábitos e incorporar conductas saludables que favorezcan al crecimiento de los chicos.
Una nutrición adecuada y una dieta balanceada son decisivas tanto para el desarrollo intelectual como físico de los niños. Alcanzar una nutrición adecuada implica seleccionar una dieta sana y equilibrada en relación a las necesidades de cada cuerpo y de cada pequeño. La buena alimentación en la infancia construye la base para un futuro saludable.
- Comer con calma y moderación.
- Incluir variedad de alimentos en todas las comidas.
- Comer en forma regular y distribuida, tratando de respetar las cuatro comidas diarias.
- Comer todos los días frutas y verduras de todo tipo y color.
- Consumir lácteos: leche, yogures o quesos.
- Comer muchos tipos de panes, cereales, pastas, harinas, féculas y legumbres.
- Consumir una amplia variedad de carnes rojas y blancas, quitándoles la grasa visible.
- Preparar las comidas con aceite crudo y evitar la grasa para cocinar.
- Comer con menos azúcar y sal.
- Tomar gran cantidad de agua potable durante todo el día.
- Aprovechar y disfrutar los momentos de las comidas para el encuentro y el diálogo con los otros.
- Ir caminando a los lugares cercanos.
- Andar en bicicleta.
- Elegir juegos al aire libre, en lugar de quedarse encerrados con la tele o la compu.
- Aprovechar el recreo para moverse, ya que durante las clases, por lo general, estamos sentados.
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