martes, 27 de julio de 2010
MARÍA ESTHER DE MIGUEL
María Esther de Miguel, (n. en 1 de noviembre de 1929 en Larroque, provincia de Entre Ríos - m. en Buenos Aires el 27 de julio del 2003) fue una reconocida escritora argentina. Hija de un inmigrante español y de madre judía, de Miguel tuvo vocación por la escritura desde pequeña (a los 8 años ganó un concurso literario por una composición en el colegio).
En su adolescencia comenzó el noviciado, entrando a la congregación de las Paulinas, en Buenos Aires. Durante ese tiempo estudió Filosofía y letras, y además recibió una beca para estudiar literatura en Italia. Cuando regresó, abandonó su vocación religiosa.
Trabajó como maestra y periodista. Dirigió la revista literaria "Señales" y fue colaboradora del suplemento literario del diario La Nación. También estuvo a cargo del Fondo Nacional de las Artes.
Se destacó por sus novelas históricas, donde buscaba mostrar a los próceres como personas normales, con defectos y virtudes, como ella misma dijo:
"Los padres de la Patria seguramente no eran ni tan pulcros ni asépticos como nos contaron. Eran hombres con sus debilidades y sus pasiones. No me imagino al sargento Cabral, mientras agonizaba en San Lorenzo, diciendo: ‘Muero contento, hemos batido al enemigo’. Seguramente pensaría: ‘La puta, ¿por qué me tocó a mí?’"
En su adolescencia comenzó el noviciado, entrando a la congregación de las Paulinas, en Buenos Aires. Durante ese tiempo estudió Filosofía y letras, y además recibió una beca para estudiar literatura en Italia. Cuando regresó, abandonó su vocación religiosa.
Trabajó como maestra y periodista. Dirigió la revista literaria "Señales" y fue colaboradora del suplemento literario del diario La Nación. También estuvo a cargo del Fondo Nacional de las Artes.
Se destacó por sus novelas históricas, donde buscaba mostrar a los próceres como personas normales, con defectos y virtudes, como ella misma dijo:
"Los padres de la Patria seguramente no eran ni tan pulcros ni asépticos como nos contaron. Eran hombres con sus debilidades y sus pasiones. No me imagino al sargento Cabral, mientras agonizaba en San Lorenzo, diciendo: ‘Muero contento, hemos batido al enemigo’. Seguramente pensaría: ‘La puta, ¿por qué me tocó a mí?’"
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1 comentario:
El libro sobre Manuel Belgrano es digno de ser leído,lo describe tan humano y a la vez tan fuerte en sus convicciones. Imperdible, es conmovedor.
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